Durante el primer semestre de este 2020 se importaron 592 maquinarias agrícolas, 371 unidades menos con relación al mismo periodo del 2019, según el informe de la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (Cadam).

 

Al cierre de la primera mitad de este año, ingresaron al país 371 unidades menos de maquinarias agrícolas (-38,5 %), con relación al mismo lapso de 2019, cuando ingresaron 963 máquinas.

 

De acuerdo con el informe de la Cadam, dentro de ese segmento se registró una reducción significativa de la importación de tractores (-41,3 %), cosechadoras (-25,3 %) y pulverizadoras (-26,1 %), en comparación con los primeros seis meses del año pasado.

 

Hasta el último mes ingresaron 328 tractores menos que lo registrado a junio del año anterior, cuando fueron importadas 795 máquinas. Así también, ingresaron 25 cosechadoras menos y 18 pulverizadoras menos, que las importadas de enero a junio de 2019, cuando ingresaron 99 y 69 unidades, respectivamente.

 

Al cierre del primer semestre, la firma John Deere encabezó la lista de las principales marcas de tractores importados con el 55,7 % de participación. Le siguieron Valtra (15 %) y Massey Ferguson (9,9 %), entre las más importantes.

 

En cuanto a cosechadoras, John Deere lideró nuevamente el ranking con el 50 %. Más atrás quedaron New Holland (27 %), Case (13,5 %) y CLAAS (9,5 %).

 

Por otro lado, entre enero y junio de este año ingresaron 409 unidades de maquinarias viales y de construcción; en cambio, durante el mismo periodo de 2019 fueron importadas 426 máquinas.

 

En ese sentido, el informe de la Cadam señala que solamente las compactadoras (129,6 %), excavadoras (18,4 %) y motoniveladoras (146,7 %) mostraron un mejor desempeño dentro de este segmento, si se compara con el mismo lapso del año pasado. En tanto, las minicargadoras, montacargas, palas cargadoras, retroexcavadoras y topadoras cayeron 88,9 %, 19,5 %, 11,6%, 17,2 % y 50 %, respectivamente.

 

En general, la importación de vehículos livianos, camiones y maquinarias agrícolas descendió 30 %, en comparación con los primeros seis meses del año pasado.

 

Víctor Servín, vicepresidente de Cadam, al respecto, mencionó que las cifras bajistas se debieron a dos puntos principales. El primero, al alto stock que quedó del año 2019, un periodo de contracción en las ventas, de entre 32 a 50 %; en segundo lugar, al cierre tardío de la soja, lo cual generó una postergación de los pagos e inversiones.

 

A pesar de esto, Servín señaló que se espera un mejor panorama para fines de julio y durante los próximos meses del 2020.