Luego de diez años de investigación, Sojapar agrega una tercera variedad a su lista. Se trata de la Sojapar R34 que, a su ya conocida resistencia a la roya asiática, le suma mayor precocidad y moderada resistencia a la Macrophomina phaseolina, el hongo causante de la pudrición carbonosa de la raíz.
Las variedades Sojapar son producto de una alianza público-privada entre el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) y el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA).
Este nuevo material se une así a los ya liberados comercialmente R19 y R24, que se posicionan en el mercado por tercera temporada por su resistencia a la roya y su estabilidad productiva, aunque son de ciclo medio.
El genetista Aníbal Morel explicó que Sojapar R34 tiene un componente importante que los agricultores solicitan, que es la mayor precocidad para reducir el ciclo productivo y aspirar a escapar de ciertos estreses que pudieran presentarse en el desarrollo de la planta.
Destacó que esta característica permite al agricultor planificar otros cultivos, como maíz, por ejemplo, en rotación con la soja. La época de siembra recomendada para esta variedad es desde la segunda quincena del mes de setiembre.
Además de tener ciclo corto (125 a 130 días de desarrollo), acotó que este material se caracteriza por incorporar una moderada resistencia a una enfermedad de suelo causada por el hongo Macrophomina, que viene creciendo en su impacto en los cultivos agrícolas.
Por lo tanto, se espera que esta variedad ayude aún más a reducir el costo de producción de los agricultores, uno de los principales atributos de los materiales Sojapar.
La demostración a campo del proceso de selección para el lanzamiento comercial de esta nueva variedad se realizó ayer en el Centro de Investigación Capitán Miranda (CICM), ubicado en el distrito del mismo nombre, en el departamento de Itapúa.
El lanzamiento comercial de la R34 está previsto para la segunda edición de Innovar Feria Agropecuaria, que se desarrollará del 20 al 23 de este mes.
Por su parte, la Ing. Agr. Estela Ojeda, gerente general del Inbio, comentó que el Programa Nacional de Investigación de Soja tiene previsto seguir lanzando materiales al mercado.
Sin embargo, recalcó que para ello los productores deben aportar obligatoriamente al programa, de modo a fortalecerlo en el tiempo, con el fin de obtener variedades cada más productivas que ayuden a reducir cada vez más los costos en la siembra de la soja.
Mencionó que para ingresar en el sistema Sojapar los productores deben firmar un convenio con el proveedor de semillas, en el que se comprometen a pagar un canon mínimo establecido para esta campaña de USD 2,5 por cada 40 kg de reserva de semillas.
Finalmente, el presidente del Inbio, Eugenio Scholler, expresó que los paraguayos debe sentirse orgullosos de tener un material nacional que está alcanzando excelentes resultados a campo, por medio del esfuerzo de instituciones nacionales que trabajan arduamente en la investigación y de profesionales que están demostrando su capacidad en cada tarea desarrollada.
Instó a seguir fortaleciendo el sistema productivo, trabajando en la adopción de semillas de mejor calidad, con conocimientos prácticos y la aplicación de tecnología disponible.
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vía Inbio⌋