Desde la irrupción de la agricultura en el Chaco el concepto de selección de animales superiores y el sistema de crianza en la ganadería de esta región tuvo un giro de 180°, ya que la introducción de la actividad agrícola ha sido el puntapié inicial para mejorar la productividad de los kilos logrados por hectárea, resaltó a Nación Productiva el Dr. Mustafá Yambay, gerente de Ferusa Agroganadera.

 

Dentro del análisis de la evolución de la agricultura en el Chaco, realizado en el programa Nación Productiva, el Dr. Mustafá Yambay mencionó que el ingreso de la agricultura ha sido un factor clave para la intensificación ganadera y básicamente es “un camino sin retorno” por los beneficios que otorga esta integración.

 

Comentó que la revolución agrícola en la región Occidental requirió de una adecuación del plan ganadero y fue el puntapié inicial para lograr uno de los primeros objetivos de la empresa, que es mejorar la productividad de los kilos alcanzados por hectárea.

 

La intensidad del trabajo ya no nos permite tener animales que no están convirtiendo, constantemente tenemos que ir sacando la cola y dejar animales que realmente mantengan el promedio elevado”, refirió.

 

Asimismo, el gerente de Ferusa Agroganadera indicó que la introducción de la agricultura ha contribuido en la aceleración de la recría y del proceso de terminación de los animales.

 

Citó como ejemplo a la integración del maíz con la producción pecuaria, ya que esta fuente de energía se volvió un ingrediente principal para la ración en confinamiento para recría y terminación.

 

Considerando el volumen de maíz en esta campaña, la empresa tiene como objetivo duplicar la entrega de animales a la industria, respecto al 2022, señaló Yambay.