El Ing. Agr. Wilfrido Morel, fitopatólogo y consultor de la Mesa de la Roya, planteó una serie de recomendaciones para el manejo adecuado de la roya en el cultivo de la soja, teniendo en cuenta las condiciones favorables que existen para la proliferación de esta enfermedad en la campaña actual.
El profesional acota que considerando el atraso del ciclo del cultivo de la soja en la presente campaña, en comparación con años anteriores, y las perspectivas climáticas de lluvias permanentes en los próximos meses, se espera que el cultivo de la oleaginosa cumpla el ciclo fenológico de forma normal y que haya una condición favorable para la incidencia de las enfermedades, especialmente de la roya.
Además, destaca la alerta emitida por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) sobre focos de roya en plantas guachas de soja en áreas de producción comercial, lo que significa que la fuente de inóculo está presente en el lugar donde se establece el cultivo en general. “Esto predispone a una infección dentro de un determinado ciclo evolutivo de la oleaginosa”, explicó.
Ante este escenario, el consultor de la Mesa de la Roya recomienda al productor que esté atento y que no baje la guardia.
“Tenemos el hospedante, que es la soja, y el patógeno en la planta guacha de soja, lo único que faltaría es la condición climática favorable para que ocurra la infección primaria en los lotes del cultivo. A partir de esta infección primaria va a ocurrir la secundaria y así sucesivamente, atendiendo a que la roya es un patógeno policíclico, cuyo ciclo biológico va de 10 a 15 días máximo, con la cual varias generaciones van a ir completando durante el ciclo de la soja”, detalla el profesional.
El punto principal a considerar es el monitoreo constante y permanente del cultivo. Esta es la recomendación más indicada para definir la presencia de las enfermedades en el lugar y especialmente cuando el cultivo entra en la etapa crítica, que es a partir de la prefloración para adelante y todo el ciclo reproductivo, destacó.
Así también, precisó que es fundamental hacer el manejo correspondiente, que en este caso empieza por las aplicaciones preventivas de fungicidas. Primordialmente, recomienda hacerlo antes del cierre de las hileras, de tal manera a colocar el producto en el tercio inferior de la planta, de modo a proteger a las hojas bajeras, porque la roya se va a iniciar en ese punto de la planta.
Resalta, además, la importancia de preservar las herramientas de control químico que se tiene y para eso es necesario: rotar los modos de acción de los fungicidas e incorporar siempre en las aplicaciones los denominados multisitios o protectores, de modo a evitar la resistencia del patógeno a los ingredientes activos que hoy en día existen para el cultivo de la soja y para manejar la diversidad de poblaciones que tiene la roya.
Asimismo, usar variedades resistentes, que es un elemento de manejo sumamente importante y económico para el productor, ya que de esa manera se podrá minimizar la aplicación de fungicidas.
Sobre el punto, acotó que en el plan de manejo de estas variedades también se debe incorporar el uso de fungicidas, porque hay que preservar la herencia genética de esos materiales resistentes.
En cuanto al empleo de la tecnología de aplicación, mencionó que es necesario considerar el caudal, los picos de pulverización, cobertura de gotas por centímetros cuadrados y horarios de aplicación, ya que todos estos aspectos suman para que el productor pueda tener un buen resultado en el manejo de la roya de la soja.
Por último, resaltó la consideración de todas las herramientas disponibles y las buenas prácticas para el manejo de la roya, ya que con esta enfermedad no se puede especular.
[Fuente: Artículo técnico de la Mesa de la Roya]