Un trago amargo recibieron este último fin de semana los productores agropecuarios argentinos con la noticia de que el Gobierno de Alberto Fernández aumentó las retenciones a la soja del 24,5 al 30 % y las de otros granos, como el maíz y el trigo, del 6,5 al 12 %. También modificó los gravámenes de cientos de productos agroindustriales, entre los cuales están la leche y la carne, que pasan del 4,5 al 9 %. Los ruralistas consideran que esto se traducirá en un fuerte desincentivo para la producción y la inversión.
Estos cambios, con los cuales el fisco espera recaudar USD 1800 millones más, se establecen mediante el Decreto 37/2019, que lleva la firma del presidente Alberto Fernández, también del jefe de Gabinete Santiago Cafiero y de los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Agricultura, Luis Basterra, publicado este último sábado en el Boletín Oficial.
De acuerdo con la publicación de Clarín Rural, si bien los incrementos no son más de lo que se esperaba desde que Alberto Fernández empezó a acercarse a la Casa Rosada, la medida se convirtió en un trago amargo para los ruralistas.
Los primeros análisis sobre el impacto económico del incremento de retenciones sobre las exportaciones agropecuarias estiman una transferencia de ingresos de al menos USD 1800 millones anuales a favor del fisco, respecto de lo calculado hasta ahora. Este cálculo lo hizo Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), quien a su vez advirtió que eso “afectará sobre todo los márgenes de rentabilidad de cada productor, que ya se proyectaban muy estrechos, especialmente de aquellos con largas distancias de traslado hasta los puertos y de zonas con menor potencial productivo“.
Al este complicado escenario se le suma el frente climático. Más del 80 % del área agrícola argentina hoy está afrontando una falta de humedad (y no hay pronósticos de lluvias) que genera incertidumbre sobre la finalización de la siembra de soja y maíz y la producción de la nueva cosecha. En algunos casos, ya se empiezan a computar pérdidas, que se confirmarán en la cosecha.
Según Pelegrina, “todo se traducirá en un fuerte desincentivo a la producción, la inversión y la creación de empleo futuro, en un momento en el que Argentina los necesita, especialmente para salir de la profunda crisis económica y social en la que se encuentra”.
Insistió en que “el campo es el sector más dinámico de la economía y el que mayor capacidad tiene para generar divisas, trabajo y activación en todo el país”.
Por otra parte, de acuerdo con la publicación del diario La Nación de Argentina, con estas retenciones la soja, el maíz y el trigo, los tres principales cultivos que tiene el vecino país para exportar al mundo, pasarían a generar pérdidas para los productores en campo alquilado.
El medio explica que estos datos se desprenden de un informe que hizo la consultora AZ Group con valores actuales, rindes promedio a nivel nacional de las últimas cinco campañas agrícolas y rendimientos de diferencia (sin incluir impuestos), esto es cuántos kilos se deben obtener a campo para cubrir los costos claves de la producción.
En soja, el rinde promedio nacional de Argentina de los últimos cinco ciclos productivos es de 3 toneladas por hectárea.
Cuando se pasa a una retención del 30 % la ecuación queda casi empatada, ya que se requiere como rinde 2,98 toneladas por hectárea para pagar los costos, sin descontar impuestos.
Respecto del maíz, el rinde promedio de las últimas cinco campañas se ubicó en 7,3 toneladas por hectárea. Con retenciones que trepan al 12% ya habría que obtener 7,4 toneladas para no perder plata, según el análisis de la consultora.
En la zona agrícola núcleo estos rindes pueden ser, si el clima acompaña, más fáciles de lograr, pero es complicado en las regiones alejadas de los puertos donde también influyen los altos costos de los fletes.
En cuanto al trigo, su rinde promedio nacional dio 3,07 toneladas por hectárea en las últimas cinco campañas. Ya con 12 % de retenciones habría que obtener 3,08 toneladas para no perder dinero.
“El principal efecto de esta realidad es que se concentraría la superficie de cada cultivo en las zonas donde se ve favorecido, ya sea por características geográficas o agroambientales. Por ejemplo, al aumentar las retenciones en el cultivo de maíz es muy probable que en futuras campañas disminuya la superficie en aquellas zonas alejadas de los puertos“, señala el trabajo de la consultora.
“En el caso del trigo, se puede esperar que en zonas donde el potencial de rendimiento no alcance los rindes de indiferencia, se remplace por cultivos de servicio (para tener cubierto el suelo) o simplemente se siembre un cultivo de grano grueso. Así, se concentraría la mayor producción en la zona triguera y disminuiría la inversión por hectárea sembrada“, agrega.
Respecto a la medida dispuesta por el Gobierno, en rigor –explica el diario Clarín-, lo que se hizo fue dejar sin efecto los 4 pesos por dólar establecidos por el Gobierno de Mauricio Macri (mediante el Decreto N° 793/2018): un esquema que había ido diluyendo la recaudación al compás de la devaluación del peso.
En este sentido, entre los considerandos del decreto 37/2019, que entró en vigencia apenas fue publicado, se destaca: “desde la fecha de publicación del Decreto N° 793 del 3 de setiembre de 2018 se produjo un deterioro del valor del peso con respecto al dólar estadounidense, lo que ha representado, al 10 de diciembre de 2019, una devaluación mayor al 60 %”. Es por esto fuentes del Gobierno consultadas por el diario hablan de una “actualización” de la medida establecida por el Gobierno de Macri hace poco más de un año.
Ahora se volvió a poner un porcentaje -del valor FOB de exportación-, que en la mayoría de los productos será del 9 %. Pero para los granos, al no figurar en el Anexo 2 del presente decreto vuelve a regir el techo de 12 % fijado por ley en el Presupuesto 2019.
Sin embargo, al complejo de la soja (granos, harinas, aceites y biodiesel), que también desde el Gobierno anterior había quedado con un régimen particular, con una alícuota base del 18 %, se le debe sumar el 12 % general, para llegar al 30 % mencionado.
Por otro lado, a través de la Resolución 196/2019, firmada solo por Basterra, también se cerraron los registros para declarar ventas al exterior de granos este lunes 16. Esto se hace cuando se está preparando una medida, no cuando ya se tomó, porque el sentido del cierre es impedir registros con el marco normativo que se está dejando sin efecto. Por eso se cree que esto podría tener que ver con nuevas medidas económicas que se tomarían en las próximas horas. Algo que desde el Gobierno negaban hasta el sábado e insistían que se trata de una actualización para que la recaudación no pierda valor real.
Fuentes:
Diario Clarín Rural: https://www.clarin.com/rural/aumentan-retenciones-reforzar-caja-pagara-30-cereales-12-_0_79ens3yi.html
Diario La Nación de Argentina: https://www.lanacion.com.ar/economía/campo/soja-trigo-maiz-revelan-campo-perderia-plata-nid2315460